"Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros."
Devocional: Imagina tener un compañero constante, alguien que te comprende completamente, te ofrece una guía inquebrantable y está siempre presente. Esa es la hermosa verdad del Espíritu Santo. Jesús nos promete "otro Consolador": el Espíritu de Verdad. Esta no es una visita temporal; Él mora contigo y estará en ti para siempre. Es un regalo personal, íntimamente conectado a nuestras vidas, que nos permite conocerlo verdaderamente en una relación. Este Espíritu que mora en nosotros es vivificante y nos transforma por dentro y por fuera. Hoy, reflexiona sobre el increíble regalo de la presencia permanente del Espíritu Santo. ¿Cómo cambia tu perspectiva ante los desafíos o las decisiones saber que Él siempre está contigo?
Oración: Padre Celestial, gracias por el increíble don del Espíritu Santo, mi constante Ayudador. Gracias porque Él mora en mí y estará conmigo para siempre. Ayúdame a conocerlo más íntimamente cada día y a vivir en su presencia vivificante. En el nombre de Jesús. Amén.
Hechos 1:5,8: "Porque Juan ciertamente bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días». Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta lo último de la tierra."
Marcos 16:15-18: "Y les dijo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado. Y estas señales seguirán a los que crean: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes; y si beben algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y sanarán".
Devocional: A menudo deseamos marcar la diferencia en el mundo, pero nos sentimos incapaces. La buena noticia es que no estamos destinados a hacerlo con nuestras propias fuerzas. El Espíritu Santo viene sobre ti para darte poder. Este poder no es para nuestra propia gloria, sino para que podamos ser testigos eficaces de Jesucristo. Este empoderamiento va más allá de simplemente hablar; incluye el poder de predicar, sanar, expulsar demonios, comunicarse de nuevas maneras e incluso recibir protección divina. Hoy, piensa en las áreas en las que sientes un llamado, pero te falta confianza. Recuerda que el Espíritu Santo te equipa con todo lo necesario para cumplir los propósitos de Dios. ¿A qué testimonio podrías estar llamando Dios a participar, fortalecido por su Espíritu?
Oración: Señor, gracias por el Espíritu Santo que me fortalece para tus propósitos. Oro por un nuevo derramamiento de tu poder en mi vida para que pueda ser un testigo más eficaz para ti. Ayúdame a dar un paso de fe, confiando en la autoridad espiritual que me has dado para predicar, sanar y vencer. En el nombre de Jesús, amén.
"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley. Y los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu."
Devocional: Imagina un árbol sano que da frutos deliciosos constantemente. De la misma manera, al andar en el Espíritu, produciremos naturalmente el fruto del Espíritu. Estas no son solo buenas cualidades; son características divinas que florecen en nosotros cuando nos sometemos a la guía del Espíritu Santo. El amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio propio no son cosas que inventamos por nuestra cuenta. Son la hermosa manifestación de la obra del Espíritu en nuestras vidas. Estos frutos son de temporada, y aparecen y maduran según necesitamos el poder del Espíritu para vivirlos. ¿Cuál de estos frutos sientes que el Espíritu Santo cultiva en ti ahora mismo? ¿Cuál podrías necesitar entregarle más intencionalmente?
Oración: Padre, gracias por el Espíritu Santo que produce un fruto hermoso en mi vida. Oro para que tu Espíritu cultive más amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio en mí. Ayúdame a crucificar mi carne y a vivir verdaderamente en tu Espíritu cada día. En el nombre de Jesús, amén.
"Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios quien obra todo en todos. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el provecho de todos: porque a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, palabra de conocimiento por el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu; a otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere."
Devocional: ¡El Espíritu Santo es increíblemente creativo y generoso! Él distribuye diversos dones espirituales a los creyentes, no para nuestro propio beneficio, sino para el beneficio de todos. Estos nueve dones —sabiduría, conocimiento, fe, sanidad, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, diferentes tipos de lenguas e interpretación de lenguas— son manifestaciones del Espíritu en acción. Cada uno está diseñado para edificar el cuerpo de Cristo e impactar el mundo que nos rodea. ¡El Espíritu te ha dado un don! Hoy, considera qué dones espirituales crees que te ha dado el Espíritu Santo. ¿Cómo puedes usarlos para bendecir y beneficiar a otros en tu ámbito de influencia?
Oración: Espíritu Santo, gracias por distribuir dones espirituales para el beneficio de todos. Ayúdame a reconocer los dones que me has dado y a administrarlos bien. Muéstrame cómo usar estos dones para servir a los demás y edificar el cuerpo de Cristo, glorificando tu nombre. En el nombre de Jesús, amén.
"Y sobre todo, tengan un amor ferviente los unos con los otros, porque el amor cubrirá multitud de pecados". Hospitalícense unos a otros sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios."
Devocional: Si bien el Espíritu Santo es nuestro Ayudador supremo, también obra a través de sus "ayudantes": la comunidad de creyentes. Dios no quiere que andemos solos. El Espíritu Santo coloca estratégicamente a amigos, familiares, hermanos y hermanas en el cuerpo que nos rodea. Estas son las personas a las que estamos llamados a amar, cuidar, ayudar y animar mientras servimos juntos al Señor. Cuando ministramos nuestros dones unos a otros, somos "buenos administradores de la multiforme gracia de Dios". Hoy, piensa en las personas que Dios ha puesto en tu vida dentro de la iglesia o tu comunidad espiritual. ¿Cómo puedes demostrar activamente amor ferviente, hospitalidad o usar tus dones para apoyar y animar a alguien esta semana?
Oración: Señor, gracias por colocarme en una comunidad de creyentes. Ayúdame a mostrar amor ferviente a mis hermanos y hermanas en Cristo. Guíame para usar mis dones para ministrar a los demás, ofreciendo ayuda, cuidado y ánimo. Que todos te sirvamos juntos, siendo buenos administradores de tu abundante gracia. En el nombre de Jesús, amén.